El último comité de seguimiento del coronavirus en el que ha participado el ministro de Sanidad, Salvador Illa, se ha celebrado en la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS). El ministro encara sus últimas 24 horas en el cargo ya que este martes el Consejo de Ministros aprobará su relevo.
Illa ha estado acompañado por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que no ha desvelado el nombre de su sucesor. Sánchez ha dicho que Illa ha sido necesario en la pandemia y es necesario en Cataluña.
El presidente del Gobierno se ha despedido del todavía ministro de Sanidad que este martes dejará su cargo para volcarse en la campaña de las elecciones catalanas, destacando su "humildad" y agradeciéndole su trabajo durante la pandemia, si bien ha destacado que el paso que da para liderar la candidatura del PSC a la Generalitat catalana es "muy necesario".
"Ha sido un honor poder trabajar contigo codo con codo estos meses tan difíciles. Entiendo perfectamente tu decisión. El desafío que tienes por delante estos meses y años es apasionante y complejo, pero muy necesario para Cataluña y para España", ha afirmado en la intervención que ha realizado durante su visita a la Agencia Española de Medicamentos.
Junto a ellos estaba la ministra de Política Territorial, Carolina Darias, quien se perfila como sustituta de Illa en Sanidad.
El ministro de la pandemia
Cuando prometió su cargo ante el Rey Salvador Illa era un gran desconocido. La cuota catalana del gobierno de Sánchez. Un filósofo, que ocuparía una cartera sin apenas competencias, la de Sanidad.
Llegaba con fama de buen negociador. Mano derecha de Iceta en el PSC, formó parte del equipo que negoció con Esquerra Republicana de Cataluña la investidura de Sánchez y la puesta en marcha de la mesa de dialogo.
Pero la pandemia, lo cambió todo. Y se convirtió en el ministro al que mirábamos todos con la responsabilidad de enfrentarse a lo desconocido.
Con España confinada y miles de muertos sobre la mesa, Illa capeaba el temporal, evitando las palabras gruesas y apelando al consenso. Un hombre tranquilo y sereno, al que sólo la gestión de la presidenta Isabel Díaz Ayuso le hizo perder la calma.
A partir de ahora, Illa liderará la candidatura del su partido, el PSC, en Cataluña. Su objetivo es presidir una Cataluña que se aleje del independentismo y se centre en los problemas reales de la gente, aunque en el horizonte se apunta la posibilidad de que de gobernar lo haga con los independentistas de ERC.