Dos días después de la reunión entre PSOE y Junts en Ginebra, continua la falta de información sobre lo que se negoció ese encuentro. Hoy el presidente del Gobierno Pedro Sánchez ha dicho que no es secretismo sino "discreción", y ha anunciado que sus conversaciones con Esquerra tendrán otro verificador distinto al salvadoreño Francisco Galindo Vélez. PP y VOX denuncian la opacidad del Gobierno sobre lo que se está negociando.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha afirmado este lunes que el verificador que participe en las reuniones entre PSOE y ERC, fruto del acuerdo de investidura sellado entre ambas formaciones, será una persona distinta a la que ejerce esa función en los encuentros con Junts, el diplomático salvadoreño Francisco Galindo.
En una entrevista en la cadena Ser, recogida por Europa Press, Sánchez ha señalado que "en principio" será una persona distinta y tendrán mesas de interlocución diferentes con ambas formaciones.
Sin embargo, ha señalado que están hablando "de los mismos temas" tanto con ERC y Junts y le gustaría que se pudiera llegar a un proceso de negociación en la que estuvieran esas dos formaciones aunque considera que eso ahora mismo es "muy prematuro" y está "muy verde".
Asimismo ha rechazado que esta reunión se llevase a cabo con secretismo sino con la "debida discreción", ha señalado que ha sido la primera de otras muchas que se celebrarán próximamente y que la política necesita "espacios de discreción". Repite además que la Constitución será el marco de cualquier acuerdo y cuando haya un pacto se dará a conocer a la opinión pública.
Además, Sánchez ha justificado la reunión que se llevó a cabo este sábado en Ginebra entre PSOE y Junts y ha admitido que se celebra en esa ciudad porque el expresidente catalán, Carles Puigdemont (Junts), que participa en las reuniones, se encuentra fuera de España, huido de la justicia por los hechos del procès.
Al ser replicado que Puigdemont reside en Waterloo, cerca de Bruselas y no en Ginebra, Sánchez responde que el lugar elegido es una decisión que se toma entre los dos partidos. A continuación, al hacerle ver que Ginebra es un lugar de especial simbolismo para la resolución de conflictos, ha lanzado que el Gobierno de José María Aznar, que esta misma mañana concedía una entrevista, mantuvo reuniones con la banda terrorista ETA en esta misma localidad, cuando la organización estaba en activo.
En este sentido dice que la derecha siempre busca cualquier excusa para obstaculizar lo que su juicio son "propósitos nobles", es decir la convivencia y la superación de un contencioso territorial que ha provocado mucho dolor en la sociedad catalana y en el conjunto de la sociedad española, según ha expresado.
Sánchez ha defendido que la amnistía, igual que dijo antes con los indultos a los líderes independentistas condenados, significa "poner el contador a cero" aunque matiza que no supone "poner la memoria a cero" porque deben extraerse lecciones de lo ocurrido.
El PP se revuelve ante la “ignominia” del mediador
Por su parte, el portavoz del PP, Borja Sémper, se revolvió este lunes nuevamente contra “la ignominia” del mediador asignado por el PSOE y Junts, que recae en Francisco Galindo Vélez, y lo llevará al Parlamento Europeo y a la primera sesión de control al Gobierno en el Congreso para tratar de saber qué están hablando en Suiza y a qué “tiene que dar el visto bueno” un señor de El Salvador” que puso en duda que “conozca algo de España”.
En este momento de “oposición responsable, sensata y eficaz a un mal Gobierno”, Sémper se hizo eco de las declaraciones ayer de Feijóo en la concentración en el Templo de Debod de Madrid anticipando que el partido seguirá “dando voz a todos los españoles que quieren manifestarse”. En todo caso, subrayó que la oposición será “institucional”.
El PP defendió así su derecho a seguir manifestándose en la calle “contra las tropelías del Gobierno”. “No nos vamos a callar y no nos vamos a rendir” ni el plano institucional ni en la calle, ahondó, dado que “lo que está sucediendo es de una gravedad extraordinaria”. Criticó, en este momento, la reunión “bajo el control de un mediador internacional” para “hablar del futuro de España fuera de España”.
“¡Y monitorizados por un señor de El Salvador!”, exclamó Sémper, para quien esto podría “sonar a una broma de cualquier publicación satírica”, criticó.
Como “no sabemos de qué están hablando”, Sémper opinó que “si lo ocultan es que no lo pueden contar”. Por tanto, enjuició que “son conversaciones que incluso a ellos mismos les provocan vergüenza”.
Anunció en este momento que el PP va a reclamar por vía parlamentaria explicaciones en el Parlamento Europeo, donde “ha presentado dos preguntas sobre la materia”.
También avanzó que en la primera sesión de control que se celebre en el Congreso se indagará sobre este tema. “Queremos información, transparencia, queremos saber de lo que se está hablando en Suiza y qué es a lo que tiene que dar el visto bueno un señor de El Salvador, con todo el respeto”, señaló.