Tal día como este martes pero de hace diez años un GEO de la Policía Nacional irrumpía en el escondite del hombre más buscado en España. Antonio Ortiz, el pederasta de Ciudad Lineal, había encontrado refugio en Santander.
Terminaba así una búsqueda de más de un año, tras haber secuestrado en un parque de ese distrito de la capital a una niña de cinco años para después violarla.
Hubo tres víctimas más, todas niñas pequeñas a las que engañaba y a dos de ellas las llevó hasta su piso de la calle Santa Virgilia. Las niñas, cuatro de entre 5 y 9 años, lo describían como un hombre musculoso.
Más de 300 agentes de policía nacional participaron en las pesquisas, búsqueda y captura. Un trabajo con pocos precedentes, reforzando incluso la vigilancia en los parques infantiles. Los investigadores localizaron finalmente a Ortiz saliendo de un gimnasio.
Las pruebas biológicas halladas en su vivienda fueron contundentes para ser condenado a 70 años y seis meses de prisión.