A pocas horas de que empiece el sorteo de la Lotería de Navidad, los bombos de la suerte ya están preparados en el Teatro Real. Llevan allí desde hace uno días y centrarán en este 22 de diciembre toda la atención de los españoles, a la espera del tan ansiado Gordo.
Las voces de los niños de San Ildefonso también están afinadas y con muchos ensayos a sus espaldas. En la tarde de este lunes tienen lugar, de hecho, las últimas pruebas de los niños, ilusionados como siempre para repartir la suerte de la Lotería navideña.
Los bombos llegaron al Teatro Real hace una semana entre las habituales medidas de seguridad y un estricto protocolo sanitario. Se ha procedido a la desinfección de los bombos y de las bolas y se hacen varios tests de antígenos a todo el personal implicado en que todo salga a la perfección.
Este martes no veremos las colas desde la madrugada a las puertas del Teatro porque el sorteo de 2020 será el primero sin público. Casi 500 personas asistían cada año y algunas iban disfrazadas por tradición.
Patio de butacas vacío y bombos más separados de lo habitual. Solo 4 personas y no 5 en la mesa presidencial, que tendrá mampara. Mientras, los niños de San Ildefonso estarán a dos metros de distancia y solo se quitarán la mascarilla cuando les toque cantar.
Un año raro, sin murmullo ni las habituales bromas o muestras de alegría, pero el sonido de los números y premiso de la Lotería de Navidad sí estará presente.