La legislatura que este martes termina es una de las más tormentosas de la etapa democrática. La relación entre los dos partidos de la coalición, Psoe y Unidas Podemos ha sido muy difícil y han chocado en numerosos proyectos del ejecutivo.
Sánchez consiguió sacar adelante tres Presupuestos Generales del Estado, subidas del salario minimo, el tope al gas, un docena de pertes y un centenar de leyes. La reforma de las pensiones, la del aborto o la ley de Memoria democrática entre las más destacadas. La mayoría tras negociar hasta el ultimo minuto en el Congreso.
Votaciones de infarto o de chiripa, como la de la reforma laboral. La mayoría con el apoyos de nacionalistas e independentistas, que exigieron contrapartidas: las reformas de los delitos de sedición y malversación, los indultos parciales a los líderes del procés o Bildu anunciando la ley de vivienda.
La guerra de Ucrania no hizo sino agudizar las tensiones entre ambos socios.
Las costuras estallaron por la ley del si es si y la debacle electoral llegó con el gobierno divido en tres por Yolanda Díaz y Sumar.
Con la disolución de las cortes 212 diputados dejarán de serlo. Cobraran entre 6.800 y 9.000 euros de indemnización. El resto seguirán formando parte de la diputación permanente.