Un nuevo debate tendrá lugar en la madrugada de este jueves en los estudios de Atlanta de CNN. Una cita histórica de unos 90 minutos que pondrá cara a cara al presidente de los Estados Unidos, el demócrata, Joe Biden, y al exmandatario republicano Donald Trump (2017-2021).
Dos formas de entender la política muy diferentes y dos personalidades opuestas (serena por parte del actual inquilino de la Casa Blanca y temperamental en el caso de su antecesor), se darán cita ante la mirada atenta de millones de personas.
Biden fue senador de 1973 a 2009, vicepresidente bajo el mandato de Barack Obama (2009-2017) y desde enero de 2021 ocupa la Presidencia. Trump, en cambio, saltó a la arena política tras una larga carrera empresarial con incursiones puntuales en el mundo del espectáculo, pero sin experiencia previa en los pasillos del poder.
Estar en la Casa Blanca pone al alcance de Biden todos los recursos de la autoridad. Su presencia mediática se multiplica por los compromisos propios de su cargo y sus encuentros con líderes internacionales impulsan su imagen presidencial.
Biden tiene 81 años y su rival 78. Hay tres años de diferencia, pero solo uno de ellos es octogenario y ve cuestionadas en la arena pública las consecuencias de la edad.
Una personalidad predecible y una carta blanca al caos
Trump tiene en su contra cuatro casos penales y una condena, la primera contra un exmandatario del país, por falsificación de registros comerciales para comprar el silencio de una actriz porno durante la campaña de 2016.
Biden llega sin antecedentes, pero salpicado por la declaración de culpabilidad contra su hijo Hunter por compra y posesión ilegal de un arma en 2018. Aunque no son situaciones comparables, uno y otro bando las utilizan contra su rival.