Francisco Oya, exdocente de un instituto barcelonés, ha puesto la primera denuncia penal por acoso a un profesor por combatir el adoctrinamiento en las aulas.
Oya asegura haber sufrido el acoso y las calumnias, con pancartas en la que se le tachaba de fascista.
El Gobierno catalán le acusó de desatender sus funciones. Él ganó su primer juicio y ahora, ya jubilado, acude a la justicia con una demanda penal.
Según Oya, la Gneralitat trata de "quitarse de en medio" a los funcionarios que no comparten la "visión ideológica separatista".