Estados Unidos dispara su vacunación contra el Covid hasta en los supermercados
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REDACCIÓN / EFE
Estados Unidos ha pasado de ser zona cero de la pandemia a ser la envidia del mundo en el proceso de vacunación. Con más de medio millón de muertos por coronavirus ha pisado el acelerador con las vacunas y ha conseguido que cada día 4 millones de estadounidenses reciban una dosis.
El Gobierno de Estados Unidos aceleró hoy un calendario de vacunación contra el coronavirus que alienta la esperanza, pero advirtió de que el país se encuentra al "borde" de una cuarta ola de contagios, que están subiendo por la variante británica y a medida que los estados eliminan sus restricciones.
Un tercio de la población que ya ha recibido al menos la primera dosis, el optimismo y la fatiga pandémica han generado un cóctel delicado en Estados Unidos, donde se está expandiendo la citada cepa y otras variantes locales.
"Estamos al borde" de una cuarta ola, alertó hoy el principal epidemiólogo del Gobierno de Estados Unidos, Anthony Fauci, durante una conferencia en el National Press Club de Washington. El experto y asesor del presidente estadounidense, Joe Biden, explicó que el país se encuentra en una "meseta precaria" después de varios meses de descenso en la incidencia de contagios de coronavirus, y la tendencia ahora es "al alza".
Biden adelantó hoy la fecha en la que espera que todos los estadounidenses puedan pedir cita para vacunarse contra la covid-19, que era el 1 de mayo y que ahora es el 19 de abril.
"Con los suministros que tenemos disponibles, con el número de centros de vacunación y de profesionales que vacunan, creemos que todo el mundo en el país debería poder ponerse a la fila para el 19 de abril", dijo la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, en su rueda de prensa diaria.
Un tercio de los estadounidenses y el 40% de los mayores de 18 años del país han recibido ya al menos la primera dosis de la vacuna; mientras que el 23,2 % de los adultos ya están completamente inmunizados, de acuerdo con los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, en inglés).
En total se han administrado ya más de 167 millones de dosis, entre ellas 150 millones desde que Biden llegó al poder en enero, de acuerdo con el Gobierno.
La Casa Blanca presume a diario de esa velocidad a la hora de administrar dosis, un mensaje que a veces eclipsa el otro que siguen repitiendo tanto Biden como sus asesores: es prematuro cantar victoria y bajar la guardia.
El mandatario ya ha criticado a estados como Texas y Misisipi por levantar restricciones como la obligatoriedad del uso de mascarillas, pero su margen de maniobra es limitado en un país donde los estados tienen mucho poder para gestionar sus asuntos internos.
California, el estado más poblado del país y el primero que implementó una orden de confinamiento hace más de un año, anunció este martes que, si sigue en la trayectoria actual, levantará todas las restricciones relacionadas con la covid-19 el 15 de junio, excepto el uso de mascarilla.
Aunque la media de muertes diarias por covid-19 en Estados Unidos ronda las 800, el nivel más bajo desde noviembre; los contagios están subiendo en varios estados del noreste y el medio oeste: por ejemplo, en Michigan, las hospitalizaciones por covid-19 se han triplicado en el último mes.
La media de nuevos casos diarios supera los 64.000, lo que supone el 20 % más que hace dos semanas y un nivel similar al del pasado verano, cuando hubo una ola de contagios después de que varios estados relajaran sus restricciones, según un análisis del diario The New York Times.
La cepa británica, más contagiosa, ya es la predominante en buena parte de Estados Unidos, aunque otras variantes regionales, como una detectada en Nueva York y otra en California, también se están expandiendo.
Pese a las presiones para volver a la normalidad, Estados Unidos no tendrá un pasaporte de vacunación respaldado por el Gobierno como los que se están planteando en la Unión Europea (UE), aseguró hoy la Casa Blanca.
Aunque el sector privado podrá desarrollar sus propios certificados al respecto, ninguno de ellos estará respaldado por el Gobierno federal, una idea que había generado una fuerte resistencia entre los conservadores del país y que ya han prohibido tanto Florida como Texas. "No habrá ninguna base de datos federal sobre vacunaciones, ni ningún mandato federal que requiera que todo el mundo obtenga una credencial de vacunación única", subrayó la portavoz de Biden.