“Se abalanzó sobre mí", ha dicho en el juicio el principal acusado de la ‘manada de Sabadell’ asegurando que no hubo violación contra la mujer a la que rodearon entre cuatro hombres, sino que fueron relaciones consentidas. El resto de los acusados han declarado ante el tribunal que no estaban o que no vieron nada.
Se declara inocente
El acusado como autor material ha mantenido que estaba en la nave industrial abandonada, donde había una fiesta con otras 10 personas, y que la chica llegó sobre las 6 de la madrugada con otro joven "como si estuvieran abrazados". "Voluntariamente, te lo juro por dios y por mi madre", ha contestado a su abogada cuando le ha preguntado si la chica entró en la habitación por su propia voluntad.
En cambio, la denunciante declaró el martes que un hombre la abordó por la calle al salir de un bar, la violó y después la llevó a una nave abandonada donde tres hombres la agredieron por turnos.
Verídica y creíble la versión de la víctima
La Fiscalía ve "perfectamente verídica y creíble" la versión de la víctima de una violación múltiple en 2019 tras el incisivo interrogatorio al que la sometió, por lo que ha decidido mantener su acusación contra los cuatro procesados al entender que se compincharon para intimidarla y agredirla.
El fiscal Eduardo Gutiérrez así lo ha señalado en su informe de conclusiones al final del juicio que se ha celebrado en la Audiencia de Barcelona contra cuatro de los seis presuntos agresores, para quienes pide penas de entre 37 años y medio y 40 años y medio de cárcel, a uno en calidad de autor y a los otros tres como cooperadores necesarios por no evitar la violación, cometida en una nave de Sabadell (Barcelona).
"Los hechos sucedieron tal como dijo la víctima", ha subrayado el representante del Ministerio Público, quien ha dejado claro que se cree el relato "consistente, uniforme e invariable" de la joven después de que ayer la sometiera a un tajante interrogatorio y preguntara en varias ocasiones si estaba "segura" de lo que narraba.
Muerta de miedo
El fiscal ha remarcado que las relaciones no fueron consentidas, que la víctima estaba "muerta de miedo" y ha descartado que la moviera una "voluntad incriminatoria", puesto que no conocía a los procesados: "No se entiende razón alguna por la que podría inventarse ser víctima de una agresión sexual grupal".
Ha recordado además que la joven presentaba lesiones compatibles con una violación, su aspecto y estado anímico correspondían con lo sucedido y desde el primer momento pidió ayuda y manifestó lo que le había pasado.
Intimidación y violación grupal
"Fue víctima de una violación múltiple cometida por seis personas: tres accedieron carnalmente y tres cooperaron para que los primeros pudieran hacerlo", ha resumido el fiscal, para quien los agresores "evidentemente se habían puesto de acuerdo y eran conscientes de lo que estaba sucediendo".
"Hicieron un reparto de roles", ha resaltado al referirse al "clima de intimidación ambiental" que ejercieron sobre la víctima, que "contribuyó" a que se cometiera la violación e impidió que ésta pudiera huir: "Es tan evidente que el único momento en que estuvo sola o al menos con uno, escapó".
Tal como ha subrayado, para la joven "todos los que estaban allí eran agresores materiales y así debe entenderse", por lo que ha decidido mantener su petición de pena para todos los procesados, entre los que no figuran otros dos agresores, uno porque no ha sido identificado y el otro porque huyó cuando fue puesto en libertad.
La versión del acusado carece de lógica
El fiscal, quien ha resaltado el "esfuerzo ímprobo" de la víctima por recordar el rostro de los agresores, también ha rechazado la tesis del principal acusado de la violación, M.A., quien ha declarado por primera vez en el juicio que mantuvo sexo con la víctima, pero "consentido": "Me besó el cuello, se abalanzó sobre mí y nos acostamos".
"Carece de toda lógica y credibilidad", ha opinado Gutiérrez, quien ha descartado además las versiones de los otros tres encausados, quienes se han desvinculado de los hechos al afirmar dos que no se encontraban en la nave y un tercero que estaba durmiendo cuando sucedió la violación.
Tres de los acusados, entre ellos el presunto autor material, han hecho uso de su último turno de palabra para reivindicar su inocencia y uno ha incriminado a su hermano, el mismo sospechoso que se dio a la fuga durante la instrucción del caso.
Por su parte, el abogado de la víctima, Jorge Albertini, también ha tachado de "totalmente falsa" la narración de los acusados, "digna de Edgar Allan Poe o Kafka", y ha tildado su comportamiento de "acto de depravación absoluta y denigrante": "Están mintiendo a toda costa de manera desesperada porque se ven acorralados".