Una alcantarilla, sin rejilla, se convirtió este martes en una trampa para un niño de 3 años. Metió el pie y cayó desde una altura de 7 metros. Ocurría en una calle del barrio Usera. Antes de que llegaran los bomberos, su abuelo se lanzó a por él.
El niño estaba con sus padres en ese momento, pero fue su abuelo quien al escuchar el llanto de su nieto decidió bajar a rescatarlo y arrancó la tapadera. “No me lo pensé dos veces y me lancé. Al principio no le oí y pensé lo peor. Pero enseguida le oí como me decía: Abuelo sácame de aquí, esto está muy oscuro”, relata el abuelo.
El niño fue rescatado y enviado al hospital donde le han curado las heridas que se hizo al caer. Mientras, la familia está todavía en estado de shock. Y da gracias de que el accidente tuviera un final feliz. “Ha vuelto a nacer”, dicen sus padres.