Los bomberos siguen trabajando en la zona de la calle Toledo donde se produjo la explosión. Fueron los primeros en llegar, ya que el Parque nº 3 está en la misma Puerta de Toledo, y evitaron una tragedia mayor. Ahora mismo siguen trabajando.
“Tenemos cuatro dotaciones aquí desplegadas –dice a Telemadrid el jefe de Bomberos, Luis Soriano- y el trabajo que estamos realizando ahora mismo es reconocer los edificios colindantes para eliminar cualquier riesgo que pueda existir debido a la explosión y poder realojar a la gente cuanto antes”.
También, afirma Soriano, “esperamos que se habilite la calle porque ahora mismo está trabajando una máquina para retirar los escombros y eliminar todos los riesgos de que puedan caer a la vía pública”. Señala Soriano que en cuanto llegaron “enseguida se evacuó a la residencia de ancianos y se atendieron a las personas heridas que pedían auxilio”.
Un fuerte olor a gas
David y Rubén, ambos fallecidos, estaban juntos en la parroquia. Son amigos desde los 15 años y el sacerdote, Rubén, es además el director espiritual de David. Fuentes de la parroquia cuentan que olieron a gas y fueron a comprobar qué ocurría cuando se produjo la primera explosión. No se sabe dicen si llegaron a manipular la caldera.
Ahora, es tarea de la Policía judicial y la científica determinar las causas, aunque de momento no pueden entrar físicamente en el edificio.
Mientras tanto los bomberos están asegurando el colegio, la iglesia, tres viviendas cercanas y tres dependencias municipales. Se han retirado 16 coches de la calle. Y por supuesto también revisan el edificio de la parroquia donde ocurrió la explosión.
Se prevé que las labores de desmontaje del edificio duren dos semanas, lo que de momento deja en el aire la vuelta de los ancianos a la residencia.