Hace 25 años se construía la nueva sede de la Asamblea de Madrid y se decidió que un gran mural presidiera el salón de plenos.
La obra fue un encargó del expresidente del parlamento regional, Juan Van Halen al artista madrileño Lucio Muñoz que no pudo terminarla debido al cáncer que padecía y que se lo llevó demasiado pronto. Murió el 24 de mayo de 1998.
Son 138 metros cuadrados en los que se mezclan maderas maderas nobles y que llegaron en medio centenar de fragmentos.
Muñoz es considerado uno de los grandes maestros del informalismo español de la segunda mitad del siglo XX.