Importante avance en el tratamiento de los bebés que han sufrido daño cerebral. Un componente del cannabis podría tener beneficios a la hora de reducir la lesión en el cerebro. El Hospital Clínico San Carlos ha presentado los resultados de su investigación en animales. En verano, comienza el estudio en humanos.
Investigadores del Hospital Clínico San Carlos han demostrado, en animales, que el cannabidiol, una sustancia derivada de la planta del cannabis, puede, combinado con la hipotermia, revertir entre un 80% y un 100% el daño cerebral en los recién nacidos que han sufrido asfixia durante el parto.
Por ello, y al demostrar su eficacia en animales -cerdos, ratones y ratas- las autoridades europeas han dado luz verde a un ensayo clínico, en el que participarán entre 30 y 40 recién nacidos, que será a nivel europeo -en España lo liderará el Clínico San Carlos- y comenzará este verano.
Según ha explicado en rueda de prensa el jefe de Sección de Neonatología del Clínico e investigador principal, José Antonio Martínez Orgado, han trabajado durante doce años con el tratamiento del cannabidiol en animales para daño cerebral neonatal de origen hipóxico-isquémico.
Y es que hasta el momento el único tratamiento para el daño cerebral por asfixia de los recién nacidos es la hipotermia, es decir, bajar su temperatura, que se hace en una máquina especial, si bien no todos son candidatos a esta técnica, ya que sólo pueden recibirlo aquellos nacidos a término, que no padezcan infecciones y con un cuadro de hipoxia moderado o grave. Ese tratamiento solo es efectivo en el 56 % de los casos, el resto o muere o tiene secuelas a lo largo de la vida.
Los investigadores comenzaron a trabajar con el cannabidiol, una molécula cuyo potencial ha sido demostrado por estudios anteriores y que reside en que es uno de los antiinflamatorios y antioxidantes más potentes pudiendo actuar simultáneamente sobre los tres principales factores que originan el daño cerebral: la inflamación, el estrés oxidativo y la sobreactivación por neurotransmisores excitadores, conocido como excitotoxicidad. "Además, esos tres elementos se interrrelacionan entre ellos y solo cuando actuamos sobre los tres a la vez, podemos hacer algo", ha señalado el investigador.
Estudios en animales
Ha abundado en que con el cannabidiol, la exploración neurológica de los animales estudiados que nacieron se normalizaba en apenas tres días, ¿pero qué pasaba cuando llegaban a adultos? Pues las resonancia magnéticas mostraron que había una reducción del daño "relativamente modesta". Sin embargo, con estudios funcionales para ver cómo se movían, si tenían alteraciones de la memoria o paralizadas partes del cuerpo, los investigadores comprobaron que los que habían recibido esa sustancia tenían "una exploración neurológica normal, exactamente igual que la de los animales que no habían sufrido ningún daño".
También constataron que esa sustancia por sí misma era casi igual de efectiva que la hipotermia "incluso a veces mejor" pero combinadas las dos "el daño se producía en mucha menor medida".
Según ha relatado Martínez Orgado, se les "criticó" que los animales con los que habían investigado partían de un daño cerebral moderado, ¿pero qué pasaba si la asfixia era severa? porque por separado ni el cannabidiol, ni la hipotermia en esos casos eran capaces de reducir el daño. "Pero, y esa fue la gran esperanza, cuando poníamos juntos cannabidiol e hipotermia ese daño visto desde diferentes maneras se reducía entre un 100 % y un 80 %", ha subrayado el investigador.
La eficacia del tratamiento, unido a que no tiene grandes efectos secundarios, con lo que es seguro, ha desembocado en que las autoridades europeas hayan dado luz verde al ensayo con bebés humanos.
Esta terapia, ha reconocido el experto, no dejaría de beneficiar a un "grupo muy reducido de niños", aquellos nacidos a término con asfixia moderada o grave, a los que se les pueda aplicar la hipotermia, pero los investigadores trabajan también en los otros casos y que hasta el momento los resultados preliminares son "muy prometedores".
En la presentación del estudio, han intervenido varios afectados de daño cerebral con emotivos discursos para pedir que se invierta en investigación y dar importancia "a lo que realmente la tiene, la vida de las personas".