Ya son parte de nuestro día a día si vamos a tomar algo. Los códigos QR ya existían décadas antes de la pandemia, pero con ella se ha normalizado.
Para poder leer el símbolo en blanco y poder revisar los platos que se ofertan, es imprescindible que el usuario emplee su dispositivo móvil inteligente.
Tan sencillo y tan seguro como esta herramienta que se ha estandarizado en estos tiempos de covid-19.
Puente entre el mundo físico y el digital
Un puente entre el mundo físico y el digital. Pagar en el transporte público o consultar los catálogos turísticos es una realidad.
Funciona como un código de barras y ahora nos hemos acostumbrado a verlos en bares y comercios.
Muchos restaurantes los están incorporando incluso como reclamo de marketing en sus carteles, además de las aplicaciones que pueden generar como concursos, reservas y ampliación de la información sobre un plato de la carta.
Pero no todos son alabanzas ni usuarios convencidos de su uso. “No quiero tener que vivir a expensas del móvil” se queja uno de los madrileños que reconoce que, a estas alturas, no los va a utilizar.