Más de cuarenta incendios activos arden este miércoles en California (EEUU), veinte de ellos catalogados por las autoridades de "grandes fuegos", en la peor temporada registrada en ese estado hasta la fecha.
El gran temor de las autoridades es que estos números se han alcanzado incluso antes de la que en los últimos años venía siendo la "temporada" de incendios, entre octubre y noviembre, y que este año se espera que sea especialmente peligrosa a causa de la extrema sequedad.
Las perspectivas de cara a los próximos días, de acuerdo con el Servicio Meteorológico de EE.UU., son negativas por tres motivos principales: las temperaturas récord de los últimos días, la sequedad en el ambiente y los fuertes vientos. En concreto, el Servicio Meteorológico advierte de fuertes vientos "Diablo", calientes y secos, y que normalmente se dan en la zona de la bahía de San Francisco y en otros puntos del norte de California durante estas fechas.
Estas condiciones meteorológicas no solo pueden propiciar nuevos incendios, sino también ocasionar "grandes dificultades" para contener los que están activos, como el fuego Bear, que afecta a los condados de Butte y Yuba, a unos 130 kilómetros al norte de la capital del estado, Sacramento.
Los incendios también están afectando la zona sur de California, en lugares relativamente cercanos a las ciudades de Los Ángeles y San Diego.
Este es el caso del incendio forestal en el Bosque Nacional Los Padres, cuyas llamas han causado heridas a 14 bomberos y operadores de excavadoras, uno de ellos de gravedad, informó este miércoles el Servicio Forestal de EEUU.
El fuego, denominado "Incendio Dolan" por las autoridades, ha quemado más de 29.000 hectáreas desde que comenzó el 18 de agosto y solo está contenido en un 40 %, ya que las fuertes temperaturas del último fin de semana aumentaron la actividad de las llamas.
La delicada situación en la mayoría de la geografía californiana obligó al Servicio Forestal a ordenar el cierre de varios parques nacionales desde el lunes pasado: Stanislaus, Sierra, Sequoia, Inyo, Los Padres, Ángeles, San Bernardino y Cleveland. "Esto incluye campamentos, áreas de uso diurno, áreas silvestres y todos los senderos forestales. Las restricciones contra incendios se han elevado a la prohibición de todas las fuentes de ignición, incluidas las estufas de propano o de combustible", indicaron las autoridades en un comunicado.
De todos los incendios actualmente activos, el de la Sierra Nevada (este del estado) es el que más rápido se ha extendido en las últimas horas, calcinando unas sesenta casas en el pequeño pueblo de Big Creek y obligando a evacuar por completo la población de Auberry, de 2.500 habitantes. Además, el fuego forzó el domingo la evacuación en helicóptero de más de 200 personas que se encontraban en la popular zona de acampada de Mammoth Pool.
Desde que se inició el viernes, el fuego de Creek -como ha sido bautizado por el Departamento Forestal y de Protección contra Incendios de California (CAL FIRE)- ya ha quemado casi 66.000 hectáreas.