Las autoridades de Estados Unidos han confirmado la muerte de un niño guatemalteco de ocho años tras su detención en la frontera con México, lo que eleva a dos el número de menores migrantes fallecidos bajo custodia de las fuerzas fronterizas del país.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP) ha detallado que el niño ha fallecido poco después de la medianoche del martes y ha agregado que presentaba "signos de una enfermedad potencial".
Así, ha señalado que fue llevado junto a su padre a un hospital de la ciudad de Alamogordo, en Nuevo México. Allí le fue diagnosticado un resfriado y fiebre y se le recetó amoxicilina e ibuprofeno.
El CBP ha manifestado que el niño recibió el alta, si bien posteriormente fue llevado de nuevo al hospital tras presentar náuseas y vómitos. Horas después murió ingresado en el centro médico, tal y como ha recogido la cadena de televisión estadounidense CBS.
El organismo no ha facilitado la identidad del padre ni del niño. El Ministerio de Asuntos Exteriores de Guatemala ha solicitado una investigación y acceso a los registros médicos del niño. Además ha afirmado que proporcionará asistencia y protección consular al padre y que asumirá la responsabilidad de la repatriación de los restos del niño.
A principios de diciembre murió Jakelin Caal, una niña guatemalteca de siete años, tras ser detenida junto a su padre por agentes fronterizos estadounidenses.