El cierre de muchas piscinas privadas y las restricciones en las públicas está provocando que se dispare la venta de piscinas portátiles.
Hasta el punto de que casi es imposible conseguir comprar una. Pero mucho cuidado porque aunque nos parezcan muy seguras, la OCU advierte del peligro que pueden suponer.
Solo el año pasado 20 niños se ahogaron en este tipo de piscinas hinchables.