La mala combustión de una caldera ha provocado la alarma esta mañana en la zona de Méndez Álvaro. Una familia de cuatro miembros ha resultado intoxicada por monóxido de carbono. Al llegar los servicios de emergencia la mayor preocupación de los médicos era un niño de 11 años intoxicado.
Una adolescente de 16 años, ha salido a la calle, en pijama, totalmente desorientada. Ahí se han dado cuenta los vecinos de que algo no marchaba bien. Arriba en la vivienda, la madre atendía al niño de 11 años, que echaba espuma por la boca. Creían que era un ataque epiléptico.
Al llegar los sanitarios del SUMMA 112 han empezado a pitar los detectores que llevan los equipos de intervención . Todo apunta a que el escape se ha producido en una fisura de la cocina. Algunos vecinos han estado vomitando esta semana.
El monóxido de carbono es inodoro y puede provocar la llamada muerte dulce. Hay que estar atentos a señales de peligro, dicen los bomberos, como que la llama de la caldera esté amarillenta en vez de azul.