Los sindicatos policiales rechazan la reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana que prepara el Gobierno al considerar que la nueva norma recoge puntos que favorecen a los delincuentes y menoscaban su autoridad.
La reforma recoge puntos polémicos, en opinión de dichos sindicatos, como la limitación del uso de material antidisturbios. Se va a prohibir prácticamente el uso de pelotas de goma, pero no se dan alternativas para que los agentes se defiendan en situaciones de peligro manifiesto.
Otro de los aspectos controvertidos es la reducción del tiempo de detención sin justificación, de 6 a 2 horas. Trascurrido ese tiempo, los agentes tendrán que devolver al detenido al mismo sitio donde fue apresado. Los sindicatos policiales argumentan que los cuerpos cuentan con muy pocos efectivos y “no son taxistas para retornar a nadie”.
Además, el testimonio de los policías pierde fuerza frente a la del ciudadano. Se exigirá a los agentes que su versión resulte coherente, lógica y razonable.
Se eliminarán de igual manera las sanciones por la toma y difusión de imágenes de la policía, cuando no afecten al derecho a la intimidad.