El ocio se traslada al día. A las doce de la noche nos convertimos en calabaza. Hay que buscar planes por el día o adelantar los de la noche. El covid está consolidando un nuevo fenómeno: ‘el tardeo’.
“Es una oportunidad de adelantar tu día a día” reconoce uno de los madrileños consultados. Muchos se adaptan, a la fuerza. “Hay que acostumbrarse, no queda otra”. “Si hay que cenar a las ocho, pues se hace” dicen.
A otros no les gusta: “Luego que hacemos, ¿dónde nos vamos?”. Y los bares y restaurantes se reiventan. “Les damos un aperitivo más”.
Cena a las seis
Hay que captar clientes como sea antes de las 8 o 9 de la noche. Algunos no cierran ni la cocina después de dar las comidas
“Hay gente que empieza a venir a cenar a partir de las seis de la tarde”.
Pero no todos se adaptan a este nuevo horario impuesto tan europeo: “para cenar pronto y rápido, muchos se quedan en casa”. El ‘tardeo' parece que ha llegado para quedarse.