Dicen que es el cuento de nunca acabar. Cada vez que llueve fuerte el agua se les mete dentro. "No es la primera vez que se inunda esta zona por un problema de saneamiento", nos cuenta un vecino de San Martín de la Vega.
Carmen llora de impotencia. Lleva toda la noche y toda la mañana fregona en mano. El agua se les ha colado por el suelo y hasta por las paredes. Juan no ha podido ir a trabajar. Su taller también está inundado.
A Marisa, más que los daños materiales le preocupa sobre todo su padre. Lo tiene metido en cama y con la habitación encharcada.
Son las historias que hablan de unos vecinos consumidos por la preocupación y la impotencia.
Aún les queda mucho trabajo por delante mientras aguardan desesperados una respuesta del Ayuntamiento. Aseguran que si no se acometen las obras de saneamiento necesarias "volverá a pasar".