Dos activistas climáticas del colectivo Futuro Vegetal se han presentado con extintores frente al Registro Civil en Madrid, edificio que han manchado de pintura en una protesta para exigir el fin de las subvenciones a la ganadería, antes de ser identificadas y detenidas por agentes de la Policía.
Mientras pintaban la fachada del edificio, las activistas han gritado “justicia climática” y “Futuro vegetal”, el nombre de su colectivo, ante la mirada de decenas de personas que se han parado a observar la escena.
Este colectivo, enmarcado en el movimiento climático Extinction Rebellion, ha protagonizado desde enero de 2022 diversas acciones de desobediencia civil no violenta “de alta intensidad” para alertar contra la crisis climática y pedir acabar con las ayudas a la industria cárnica.
Por ejemplo, se pegaron con pegamento a Las Majas de Goya en el Museo del Prado, así como a la tribuna del hemiciclo en la Cámara Baja, paralizaron el tráfico en la M-30 en plena operación salida madrileña e interrumpieron un partido de la Copa Davis, entre otras protestas.
El martes, varios miembros de Futuro Vegetal pintaron por fuera una sucursal madrileña del BBVA, “uno de los mayores inversores en el sector cárnico del Estado español, junto al banco Santander”, recordaron en declaraciones públicas.
“Queremos apagar el fuego que ellos mismos han provocado, en colaboración con los gobiernos, sosteniendo a la ganadería en un contexto de sequía extrema que compromete nuestra seguridad alimentaria de forma inminente”, explicaron.
La protesta, que ha tenido lugar en el Registro Civil, coincide con la cita en los juzgados de los científicos detenidos por arrojar pintura al Congreso de los Diputados en abril de 2022 en protesta contra la inacción climática, activistas que han declarado ante un juez de instrucción en Madrid.
Esta mañana, como parte de una campaña de apoyo a los científicos investigados y en rechazo a lo que definen como “criminalización de la protesta”, varios activistas de Futuro Vegetal y de Rebelión Científica han manchado también con pintura biodegradable la sede de la Delegación de Gobierno en Barcelona.
A principios de abril, al iniciarse el proceso judicial contra los científicos encausados, los activistas reincidieron y tiñeron de rojo los icónicos leones del Congreso con el mismo fin.
Los activistas prevén llevar a cabo más acciones de desobediencia civil no violenta -como vandalizar edificios institucionales- a lo largo de la primavera con el objetivo de llamar la atención, la movilización masiva y una transformación social profunda para atajar la crisis climática.
“Los criminales no son ellos”, ha declarado Naia Vicente, una de las activistas de este colectivo que ha participado en la acción en apoyo a los científicos detenidos.