Este 15 de agosto arrancaba con la entrega de las Palomas de Bronce a tres premiados, entre ello, los bomberos de Valencia y el Cuerpo Nacional de Policía.
En la calle desde primera hora de la mañana la nota dominante ha sido el ambiente festivo lleno de chulapos y chulapas. Como manda la tradición, ha tenido lugar la ofrenda floral y, como cada año, el acto más emotivo ha sido el descenso del cuadro de la Virgen de la Paloma.
Tuvo lugar la misa en un templo abarrotado de madrileños devotos. Los bomberos bajaron a su tiempo el cuadro de la Virgen de la Paloma. Un cuadro que pesa 80 kilos y está colocado a 7 metros de altura.
Este año el encargado de bajarlo ha sido Juan Miguel Gil, bombero del ayuntamiento de Madrid.
Si la iglesia estaba abarrotada, en la calle no cabía un alfiler. Este jueves todos han querido disfrutar de las fiestas mas castizas de Madrid y rendir homenaje a la 'patrona no oficial' de la capital.