Tras los enfrentamientos entre hinchas que llevaron a suspender la final de la Copa Libertadores de fútbol entre el River Plate y el Boca Juniors, ese partido, prohibido en Argentina, se celebrará en Madrid, en el Santiago Bernabéu.
Será el 9 de diciembre, a las 8:30h y tanto el club como la Comunidad aseguran que la capital es capaz de garantizar la seguridad del partido más violento del mundo. Ese el acuerdo al que han llegado los clubes, la Federación Española, la CONMEBOL y la FIFA. Acuerdo que a continuación ha ratificado el Gobierno.
Los organizadores de la Copa Libertadores, la CONMEBOL, habían solicitado esta tarde formalmente la celebración de la final en el estadio Santiago Bernabéu en el fin de semana del 8 al 9 de diciembre. Así lo han trasladado a los representantes del Gobierno central y del Real Madrid durante la reunión mantenida este jueves en la sede de Delegación del Gobierno de Madrid.
Garrido dice que se hará con "todas las garantías de seguridad"
Mientras, el presidente de la Comunidad de Madrid, Ángel Garrido, ha asegurado este jueves que si finalmente se celebra en el estadio Santiago Bernabeu la final de la Copa Libertadores, se hará con "todas las garantías" de seguridad.
En una entrevista en TVE, recogida por Europa Press, el presidente madrileño ha indicado que Madrid está "acostumbrada" a celebrar "grandes eventos deportivos" y a hacerlo "con seguridad y facilidad". "Hacemos muchos al cabo del año", ha indicado, para recordar que el año próximo acogerá, por ejemplo, la final de la Champions.
Por eso, entiende que si se celebra en Madrid, se hará "con todas las garantías", "en condiciones" y "con seguridad". "Me alegro de que Madrid sea un escenario en el que la gente se fije para hablar de albergar episodios de esta naturaleza", ha concluido el presidente madrileño.
Este encuentro se tuvo que suspender en Argentina por graves enfrentamientos entre hinchas de ambos equipos. Debió jugarse el pasado sábado pero fue pospuesto porque hinchas del River atacaron al autobús que transportaba a los jugadores del Xeneize al estadio Monumental e hirieron a algunos de ellos. La Conmebol anunció el martes que el partido iba a jugarse fuera de Argentina por cuestiones de seguridad.