El papa Francisco reunió hoy a más de 800.000 personas en el Viacrucis celebrado en Lisboa tras un recorrido multitudinario en el papamóvil por las calles de la capital lusa en el que rompió de nuevo el protocolo para acercarse a los fieles y saborear un mate.
Horas antes de la celebración, decenas de miles de fieles colapsaron el centro de Lisboa para llegar al parque Eduardo VII, rebautizado como "Colina del Encuentro", en medio de un despliegue de seguridad que involucra a cientos de efectivos.
Los problemas de salud mental, la soledad o la violencia de género han sido algunos de los temas sobre los que ha reflexionado.
El papa Francisco preguntó a los jóvenes "por qué lloran en la vida" y les aseguró que "Jesús está con ellos en la oscuridad".
"Todos en la vida hemos llorado y lloramos en la vida y ahí está Jesús con nosotros, Jesús llora con nosotros", ha señalado.
UN VIACRUCIS MODERNO
Después comenzó un Viacrucis moderno, interpretado y bailado por chicos y chicas, que en cada estación pasaban la cruz de un piso a otro del escenario del altar acompañándola con diferentes coreografías incluso colgados con arneses, y que el papa siguió con atención.
En las meditaciones de las 14 estaciones del Viacrucis se fueron relatando los grandes problemas de la juventud de hoy desde la falta de un futuro, a los problemas de ansiedad o la dependencia de los "me gusta" en las redes sociales.
Católicos todo el mundo asisten a esta edición de la JMJ, que este sábado llevará al papa al santuario de Fátima y que culminará el domingo con una misa en la que se espera más de un millón de fieles en las afueras de Lisboa.