El coordinador de EH Bildu, Arnaldo Otegi, ha asegurado este lunes que en Euskadi "no hay víctimas de una parte ni de otra", sino que "todas han sido víctimas en este país", al igual que los reclusos de ETA no son de la izquierda abertzale, sino que son fruto de una "fase histórica".
"No son nuestros presos, son los presos que ha dejado una fase histórica de este país y la solución a ese problema deberíamos entenderla como aportación a la convivencia", ha dicho Otegi en una entrevista efectuada por Naiz, junto con el secretario general de Sortu, Arkaitz Rodríguez, con motivo del primer aniversario de la denominada ‘Declaración del 18 de octubre’. Esta declaración, hecha pública con solemnidad por estos dos dirigentes abertzales, expresaba su "pesar y dolor" por el sufrimiento padecido por las víctimas de ETA, que, añadían, "nunca debió haberse producido".
Un año después, Otegi ha afirmado que en Euskadi se generaron "víctimas en todas las partes" y ha asegurado que "todos deberíamos alcanzar un nivel intelectual suficiente como para entender que no hay víctimas de una parte ni de otra, que todas han sido víctimas en este país y que todos sentimos que haya habido víctimas de una y otra parte".
A su juicio, "con los presos debería pasar lo mismo" y ser considerados fruto de una "fase histórica" ya superada.
Por su parte, el secretario general de Sortu, Arkaitz Rodríguez ha considerado que resultaría "beneficioso" que quienes "han sostenido la estrategia represiva del Estado español durante todas estas décadas" hicieran una declaración similar dirigida a las "victimas del Estado".
Ha considerado "positivos" los traslados de presos de ETA a cárceles cercanas a Euskadi, aunque los ha tachado de "insuficientes" porque "no es razonable que 11 años después de finalizada la lucha armada de ETA, que prácticamente cinco años después de su disolución, continúe habiendo más de 150 personas presas en las cárceles por motivos políticos".
Según Rodríguez, con la aplicación "ordinaria" de la ley, cerca del 90% de los reclusos de ETA estaría "pisando la calle", lo cual resulta a su juicio "necesario" para construir la convivencia.