El juicio por lo ocurrido en Cataluña en el otoño de 2017, en el camino hacia la declaración unilateral de independencia ha quedado este miércoles visto para sentencia en el Tribunal Supremo, cuatro meses después de su inicio.
Tras el turno de la última palabra de los acusados, el presidente de la sala, Manuel Marchena, se limitó a dar “muchísimas gracias a todos” y a declarar el juico “visto para sentencia”.
Últimas palabras de los acusados
El exvicepresidente catalán Oriol Junqueras ha apelado, durante su turno de última palabra, a devolver la cuestión del conflicto catalán a "la política, la buena política, de la que nunca debería haber salido, al terreno de la negociación, el diálogo y el acuerdo".
En la misma linea se ha pronunciado Jordi Sànchez, exlíder de la Asamblea Nacional Catalana que ha asegurado que si bien "el Poder Judicial no puede resolver un problema político, ustedes tienen una responsabilidad, que es no agravar la crisis política".
"No hay ningún tipo de arrepentimiento, todo lo que hice lo volvería a hacer", ha sostenido Jordi Cuixart, líder de Òmnium Cultural que ha calificado su prisión de "ilegítima" al no ser culpable "de ningún delito". "Se nos juzga por manifestarnos, por expresar, por movilizar, por votar. Y les digo sin ningún tipo de acritud o prepotencia y con toda la serenidad del mundo que estoy convencido de que lo volveremos a hacer (...) pacíficamente, serenamente, pero con toda la determinación del mundo".
Josep Rull, exconseller de Territorio advertía que"la esperanza es más poderosa que el miedo, porque después de nosotros siempre vendrán más. No existen suficientes cárceles para encerrar el anhelo de libertad de un pueblo".
Por su parte, Joaquim Forn, exconseller de Interior subrayaba que "si hoy estamos en este tribunal es por un fracaso de la política y como castigo al desafío político que representó la organización del referéndum del 1 de octubre".
"Descabezándonos a unos cuantos no se va a descabezar el independentismo ni la voluntad de tantos catalanes de decidir su futuro político" afirmaba Jordi Turull, exconseller de Presidencia.
Carme Forcadell, expresidenta del Parlament se mostraba convencida de que estaba siendo juzgada por su "trayectoria política, por ser quien soy, no por mis actos, ni por mis hechos", mientras Carles Mundó, exconseller de Justicia, reconocía "que una cuestión que tiene origen en una base de naturaleza claramente política se haya convertido en juicio penal es un fracaso colectivo".
Santi Vila, exconseller de Empresa, se mostró convencido de que "el acuerdo estuvo a punto de ser posible" y recordó que dimitió a un día de la declaración unilateral de independencia no porque pensara que sus compañeros en el Govern iban a cometer una ilegalidad sino porque se percató de que el expresidente catalán Carles Puigdemont "no podía o no quería" convocar elecciones "ajustadas a derecho".Dolors Bassa, exconsellera de Trabajo, pedía: "Su sentencia no será solo mi libertad, sino la libertad en mayúscula de muchas generaciones".
La sentencia, tras el verano
Ha sido la 52ª y última sesión del juicio del 'procés', que comenzó el pasado 12 de febrero y cuya sentencia se espera para después del verano.
Ahora, el tribunal presidido por Manuel Marchena y formado siete magistrados debe pronunciarse sobre lo que ocurrió en aquellos días. Es decir, discernir si hubo una rebelión, como sostiene la Fiscalía; o si fue sedición, como plantea la Abogacía del Estado; una mera desobediencia, como admiten las defensas, o algún tipo intermedio.
Durante los cuatro meses de juicio, el tribunal ha podido escuchar, además de a las partes y a los acusados, la versión de 422 testigos, además de conocer las pruebas periciales y documentales.