Se terminó en el Tribunal Supremo el juicio del procés. Ha quedado visto para sentencia, cuatro meses después y 400 testigos, con los últimos alegatos de las defensas de los doce procesados, que insisten en desmarcarse de la rebelión y de la violencia.
Olga Arderiu, abogada de la expresidenta del Parlament Carme Forcadell, ha censurado que la Fiscalía, la Abogacía del Estado y Vox acusan a su cliente "por ser quien es" y "no por lo que ha hecho", y les ha reprochado la "diferencia de trato" que, en su opinión, ha recibido de las acusaciones con respecto al resto de miembros de la Mesa, que han sido sacados de este procedimiento y sólo se les imputa un delito de desobediencia.
En su alegato final ante el tribunal que juzga el procés, Arderiu ha afeado también a la Fiscalía, Abogacía del Estado y Vox que acusen a Forcadell de un delito de rebelión y lo "intenten justificar" con "situaciones inventadas" en sus respectivos escritos de conclusiones, las cuales se basan en declaraciones de testigos que, según ha asegurada, ya han sido desmentidas en la vista oral.
Reproches a las acusaciones
Por su parte, la abogada Judith Gené, que defiende a la exconsejera de Gobernación de la Generalitat de Cataluña Meritxel Borrás, ha reprochado a las acusaciones, y especialmente a la Fiscalía que solicite para su cliente 7 años de cárcel por malversación basándose en su apoyo a un acuerdo político que nunca fue ejecutado.
Se refería la letrada al acuerdo del Govern de Carles Puigdemont de 6 de septiembre de 2017 en el que todos los consejeros se comprometían a asumir de forma solidaria los gastos para hacer frente al referéndum de independencia, que fue suspendido un día más tarde por el Tribunal Constitucional.
La defensa de Bassa: "El procés fue un pulso político"
El abogado de la exconsellera Dolors Bassa ha afirmado que el procés fue un "pulso político", no un alzamiento violento, y ha acusado a la Fiscalía de haber hecho "interpretaciones forzadas y contrarreloj" para calificarlo de rebelión.
Mariano Bergés ha defendido ante el Supremo la absolución de Bassa y ha argumentado, en contra de las tesis de la Fiscalía, que "no es alzamiento tener un comportamiento disidente", lo que a su juicio ocurrió en Cataluña en septiembre y octubre de 2018
"Los hechos se han sobredimensionado, no se si por una cuestión de perspectiva, por una cuestión emotiva o porque se ha pretendido forzar el encaje típico", ha opinado el letrado, para quien la Fiscalía empezó afirmando que se había atacado gravemente a la Constitución con violencia para luego bajar "el tono" hasta una "violencia soft", una fuerza intimidatoria o una violencia normativa".