El avión presidencial de México partió hoy rumbo al hangar de Boeing en Victorville (California, Estados Unidos), donde permanecerá en venta por orden del nuevo presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, quien asumió el poder el pasado sábado, gesto que forma parte de su política de austeridad.
El Boeing 787-8, de 57 metros de largo y 60 de ancho, fue adquirido en 2012 por el expresidente Felipe Calderón (2006-2012), aunque no llegó a México hasta febrero de 2016, bajo la presidencia de Enrique Peña Nieto (2012-2018) y entre críticas por su costo de 218,7 millones de dólares.
En California se ubica el aeropuerto logístico de Boeing, donde permanecerá durante el proceso de venta, en que el Gobierno mexicano buscará "maximizar el valor de la aeronave, evitando en todo momento cualquier afectación al patrimonio de la Federación", informó la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
El avión tiene una vida útil estimada de 25 años y debía servir para al menos cinco presidentes mexicanos, hasta 2040.
López Obrador siempre señaló que no usaría el avión porque su costo era "una ofensa para el pueblo".El nuevo mandatario ha optado hasta la fecha por viajar en aerolíneas comerciales, como ocurrió este domingo cuando viajó hasta el oriental estado de Veracruz.
Este gesto forma parte de la política de austeridad del líder izquierdista, que también ha optado por bajarse el sueldo y por permanecer en su domicilio particular en lugar de trasladarse a la oficina presidencial de Los Pinos, que transformará en espacio para el arte y la cultura.