Los vecinos de la calle Linares, en Carabanchel, se quejan de sus aceras. Denuncian que miden apenas 65 centímetros de ancho y que se han convertido en un auténtico quebradero de cabeza porque suponen un peligro para todos, especialmente dicen, para niños y mayores.
Los vecinos llevan años pidiendo que se ensanchen. Se quejan además que los contenedores de basuras estrechan aún más el paso. Como alternativa, no les queda más remedio caminar por en medio de la calle, con el peligro que supone; toda una odisea, sobre todo, para aquellos que se desplazan en silla de ruedas. La Junta de Distrito conoce la situación y está a la espera de una propuesta vecinal consensuada porque ensanchar las aceras implicaría la eliminación de plazas de aparcamiento.