La ciudad de Bajmut es el escenario, a esta hora, de los combates más intensos en Ucrania. Tropas rusas cercan la ciudad y ponen en peligro las rutas de abastecimiento controladas por el Ejército ucraniano. La presidente del Parlamento Europeo ha vuelto a visitar Kiev.
Bajmut es un infierno donde impera la devastación tras durísimos combates. Sufre cada vez más presión. Tropas rusas y mercenarios Wagner avanzan hacia el norte de la localidad. Ucrania despliega fuerzas de élite. “Estoy vivo, gracias a dios, dice Vadim, soldado ucraniano. Pienso en mis compañeros. Espero que hayan podido llegar a nuestras líneas”. Un centenar de vecinos de Bajmut se refugian en un centro de acogida en Donestk. “Me gustaría volver a casa, dice Sergei Viaques Lavski, con mi mujer y mis hijos, volver a hacer una vida normal”. Se eleva a diez muertos, entre ellos un niño, el número de víctimas en un ataque ruso con misiles contra un edificio de apartamentos en Zaporiyia. Los equipos de rescate siguen buscando a cinco desaparecidos. En medio de la guerra, la vida se abre camino. Katarina acaba de nacer en Jersón, en una zona controlada por Rusia. El personal médico denuncia que no reciben ayuda si no presentan certificados de nacimiento rusos. “¿Por que íbamos a hacerlo, dice Natalia Lukina. Ha nacido en Ucrania, es ucrania, no rusa.” La presidenta del Parlamento europeo, Roberta Metsola, ha vuelto a visitar Kiev. Desde el inicio de la Guerra, la UE ha invertido 67.000 millones de euros en ayuda a Ucrania. Ahora estudia como proporcionar rápidamente la munición que necesita para seguir defendiéndose.