Al problema del coronavirus se suma en las prisiones el de agresiones entre reclusos, como la que tuvo lugar durante este sábado en el Centro penitenciario de Aranjuez, en donde un preso estuvo a punto de matar a otro en el patio.
Los funcionarios de prisiones vienen alertando desde hace tiempo de la falta de personal para vigilar a los presos de forma correcta.
Los funcionarios evitaron un crimen
Precisamente este sábado la rápida intervención de los funcionarios de prisiones evitó una tragedia. Sucedió en el módulo dos del Centro penitenciario de Aranjuez, en donde un preso intentó agredir a otro con ayuda de un compañero y con un pincho de fabricación casera que portaba sin que nadie se hubiera percatado de ello. La intención de este preso era atestar una puñalada en el corazón a su rival.
La intervención de los funcionarios que se encontraban allí presentes en ese momento lo evitó. Finalmente pudieron trasladar al agresor a la zona de aislamiento.
En esta cárcel madrileña hay dos funcionarios para noventa reclusos. Un número insuficiente según vienen denunciando desde hace tiempo.