Con la llegada del frío, los sin techo están pasando las peores noches del año y por ello el Samur Social les ofrece albergues, para que puedan dormir calientes, y no a la intemperie. Eso sí, acatando las normas propias del lugar.
A pesar del ofrecimiento del Samur, muchos sin techos declinan la invitación de pasar la noche en un albergue, y deciden seguir en la calle. Otros tantos aceptan siempre que sus compañeros de calle también lo hagan.
Lo que queda patente, es que desde Samur Social se preocupan por los más necesitados, y además ayudan a prevenir hipotermias y otras reacciones derivadas del frío que pueden influir negativamente en la salud.
Además, en su encomiable labor, los voluntarios del Samur prestan compañía y tertulia a lo más desafortunados, que se encuentran solos por diferentes motivos, y que ni si quieran tienen un lugar para dormir.