Un sueño placentero o una incitación pedófila. 'Thérèse soñando' se titula esta obra de 1938 que se exhibe en el Metropolitan de Nueva York. Un nutrido grupo de ofendidos pidió su retirada, hace escasamente dos años.
Según Balthasar Klossowski, Balthus, "lo morboso se encuenta en el otro lado". Así despejó las acusaciones de escabroso, indecente o lascivo con sus niñas despatarradas y adormiladas. También pintó muchos gatos, pero han pasado desapercibidos con discreción felina ante los repartidores de moral.
El artista francopolaco fue siempre impermeable a críticas y modas.
Más cerca de los primeros renacentistas italianos o la pintura asiática, la muestra de Balthus es un excelente termómetro para calibrar el grosor de nuestra piel en tiempos de renovado puritanismo.