Tras diez horas de intenso trabajo, un grupo de bomberos malagueños de la ONG "Bomberos para el Mundo", han rescatado hoy a un menor atrapado bajo los escombros de un edificio derrumbado en Turquía.
Es la imagen de la esperanza, aunque cada vez quedan menos supervivientes bajo los escombros, a punto de cumplirse una semana del terremoto.
La ayuda humanitaria comienza a llegar a Siria y Turquía, donde los fallecidos ascienden a 33.000 y los heridos superan los 85.000.
Cifras que se pueden llegar a duplicar en las próximas horas, según ha advertido la ONU.
España ha enviado, a petición del Gobierno turco, un equipo integrado por 82 personas para levantar un hospital de campaña en el que prestar auxilio a los afectados por el seísmo. Está cerca de la localidad de Iskenderun, una de las más afectadas por el terremoto.
Contará con unidades de traumatología, obstetricia y pediatría, así como un programa de apoyo psicosocial. Tendrá capacidad para atender a 200 pacientes diarios.