Aunque su hábitat natural es la selva africana, los animales del Safari de Aldea del Fresno también sufren con el calor, sobre todo las especies más grandes y poderosas como leones y elefantes. Allí lo combaten con baños de agua fría, helados de frutas y carne congelada de pollo y jabalí. Tampoco falta el aire acondicionado.
Dentro de la sala cubierta que les sirve como refugio a los leones hay bombas de aire frio y caliente.
Lo mismo ocurre con los elefantes, dos hembras asiáticas. Su piel seca es un escudo frágil cuando el calor aprieta en el mediodía madrileño. Se refugian en el agua y reciben cubos de fruta helada.
El helado es otro codiciado objeto de deseo. En este caso para los 70 monos que viven en el centro. Hielo y fruta congelada que desaparece rápidamente en medio del caos y los chillidos.
En el Safari de Madrid conviven 2000 ejemplares de 200 especies distintas.