La pandemia pasa factura a las tabernas centenarias de Madrid. Algunas no van a poder aguantar. Telemadrid ha estado en una dde ellas; Casa Botín, el considerado restaurante más antiguo del mundo, con casi 300 años de historia. Su facturación -dicen- se ha desplomado un 80%. Ahora no hay turistas y son los madrileños sus únicos clientes de toda la vida.
Antonio González, gerente y coopropietario de Casa Botín, dice que están pasando "una prueba de resistencia muy difícil" trabajando "un 10%, un 12%, según los meses, de lo que era habitual".
Ahora mismo, el restaurante centenario tiene a 61 de sus 74 trabajadores en ERTE y han pasado de dar del entorno de 600 comidas diarias, a estar 60 nada más.
¿Sus clientes? "Estamos viviendo de nuestra parroquia, de gente que viene a Botín de generaciones atrás" comenta Antonio González.
Ante esta situación, impensable un año atrás, Botín se reinventa y ha saco sus mejores platos en un carta online.