El “espíritu de Canet” prende en Cataluña. El ejemplo de los padres de Canet y la virulenta reacción a la contra del independentismo han provocado que muchas familias hayan decidido exigir también que se respeten los derechos lingüísticos de sus hijos, convencidos de que defender el bilingüismo no atacar al catalán.
Ana Losada, presidenta de la Asamblea por una Escuela Bilingüe dice que "los que defendemos el bilingüismo defendemos las dos lenguas vehiculares, defendemos los derechos lingüísticos de todos los catalanes".
Cerca de un centenar de familias ya han empezado a exigir el 25% de las clases en castellano, y una decena han presentado su reclamación ante los juzgados. No se oculta que tienen miedo, incide Carlos Bastel, presidente de la Asociación por la Tolerancia. "La primera pregunta que nos hace prácticamente es ¿mi nombre donde va a salir?", comenta.
Una decena de asociaciones han unido fuerzas ante la anunciada desobediencia del gobierno de Cataluña a la resolución del tribunal. "El objetivo de la plataforma básicamente es amparar a las familias que quieren solicitar la educación en un 25% mínimo en castellano para sus hijos sin que tengan que enfrentarse a una situación parecida a la de los padres de Canet", dice Bastel.
Por ello, comentan, se proponen agrupar todas las denuncias en una para poner la presión no en los colegios sino directamente en la Consejería de Educación.