Una bombonería mítica de Madrid echa el cierre. Se trata de la situada en la calle Serrano numero 56. La confitería Santa se despide después de endulzar a los madrileños desde 1932. Cerrará sus puertas definitivamente el próximo 10 de mayo, y con él, morirá otro pedazo de historia en una capital donde el negocio tradicional de proximidad “está desapareciendo”.
La franquicia, propiedad de la madre del productor de cine Enrique L. Lavigne, termina así con casi cien años de comercio desde que en 1932, el abuelo del productor fundara una fábrica de chocolatinas que dio paso a tres establecimientos: uno en la calle Espoz y Mina, otro en la calle de Goya y el de la calle de Serrano, abierto hace 63 años.