Los vecinos y vecinas de la Cañada Real Galiana, en Madrid, han denunciado un "total abandono" cuando se cumplen, este domingo 2 de octubre, dos años sin luz en los sectores V y VI, donde viven unas 4.000 personas, 1.813 de ellos niños, una cifra que ha aumentado hasta 7.000 en los últimos meses ya que también se ha cortado la luz en los sectores II, III y IV, según advierten desde la Asociación Cultural de Mujeres Tabadol.
"Nos sentimos totalmente abandonados, aislados, si antes lo estábamos por la marginalidad del barrio y la estructura de la Cañada Real en sí, ahora nos sentimos abandonados al margen de las normas internacionales de Derechos Humanos", ha manifestado la presidenta de la Asociación Cultural de Mujeres Tabadol del sector VI de la Cañada Real, Houda Akrikez, en una entrevista con Europa Press.
Akrikez se pregunta "si realmente existen los DDHH y, si existen, para quién están escritas esas normas" porque, según afirma, en el caso de la Cañada Real "parecen letras muertas, que no tienen ningún sentido".
Cuando se cumplen 730 días sin suministro eléctrico, la presidenta de la Asociación Tabadol asegura que "para nada" podrían haber imaginado que esta situación se prolongaría durante tanto tiempo.
Además, ha denunciado que en los últimos meses los cortes de luz se han extendido también a los sectores II, III y IV. "Están intentando apagar la Cañada Real poquito a poco, casi están acabando con toda la Cañada Real de manera muy cruel y pisando el pacto regional que firmaron en 2017", añade.
A su juicio, el propósito de la administración es "barrer la Cañada Real" con una "política cruel" que "pisotea a los pobres". "Este corte de luz es provocado por la administración como manera de forzarnos para desalojar nuestras viviendas de manera voluntaria para que sigan creciendo las grandes urbanizaciones y construcciones", denuncia Akrikez.
PRIMERO LUZ Y DESPUES REALOJOS NEGOCIADOS
Sobre los realojos, la presidenta de la Asociación Tabadol considera que esto tiene que ser algo de lo que hablar solo después de solucionar la "situación de emergencia actual" y tras "sentarse a negociar con los vecinos cuál es la mejor solución para la Cañada Real".
"Sabemos que los realojos son procesos bastante lentos, largos y ahora vamos a cumplir dos años sin luz y todavía no hay movimientos de realejos", asegura, precisando que, hasta ahora, solo se han producido los que se firmaron en el pacto regional en 2017, que afectan a 150 familias.
Para Akrikez, la solución pasa por devolver la luz a los vecinos como "derecho fundamental", algo que, precisamente, también pidió el pasado martes el Defensor del Pueblo, Angel Gabilondo, al que los vecinos y vecinas de la Cañada Real están agradecidos por su apoyo no solo en forma de llamamientos y advertencias, sino también de visitas en las que ha sido muy cercano a todos. "Es bastante sensible con la situación que estamos viviendo", destaca.