La sequía también afecta a Europa. Los pantanos se vacían y eso está provocando que queden al descubierto desde piezas históricas hasta buques históricos hundidos en la guerra mundial
La bajada de las aguas del río Rin, en Alemania, ha dejado al descubierto en el lecho seco las llamadas “piedras del hambre”, rocas con fechas grabadas que corresponden a los años de penuria provocados por otras sequías. Van desde 1947 a la última, en 2018.
Artificieros del décimo regimiento de Ingenieros del Ejército italiano han neutralizado una bomba de la II Guerra Mundial aparecida al desecarse el río Po. La bomba, que contenía 240 kilos de explosivo, fue encontrada por unos pescadores en la localidad de Borgo Virgilio.
La sequía que afecta al lago Garda, el mayor de Italia, ha dejado al descubierto una enorme playa de rocas en Sirmione, oculta durante muchos años. En el Danubio, en su nivel más bajo desde hace un siglo, han salido a la superficie decenas de buques de guerra alemanes cargados de explosivos hundidos durante la Guerra.
En el otro lado del mundo, en China, la sequía que afecta al río Yang Tze ha permitido contemplar por primera vez en muchos años tres estatuas de Buda de la dinastía Ming, de 600 años de antigüedad. “No creo que la volvamos a ver, dice Gu Yunfeng, así que aquí estoy para contemplarla. Es una cultura que nos han dejado nuestros antepasados. Las estatuas están talladas en una isla hasta ahora sumergida cerca de la localidad de Chon Quing, en sur del país.