La Policía Municipal de Madrid ha intervenido más de 250 fiestas ilegales. Pisos, azoteas y locales comerciales que no han cumplido con la normativa Covid. A mazazos en plena calle y por el aire, con ayuda de drones, la policía ha logrado desmantelar más de dos centenares de fiestas que se celebraban en el centro de Madrid.
La Policía Municipal de Madrid desalojó en la noche del sábado dos fiestas ilegales en un sótano de local comercial alquilado como piso turístico en la zona de Ópera y en un restaurante en el distrito de Chamberí, donde había en total 82 personas.
La intervención más importante tuvo lugar en la calle Espejo sobre la 1.45 horas la madrugada, en un sótano de un local comercial, cuyos vecinos habían llamado al 092 por el excesivo ruido que soportaban, así como el sonido de gran acumulación de personas.
Uno de los vecinos alertaba de que dentro podían haber más de medio centenar de jóvenes. Los agentes comprobaron que el establecimiento solo tenía una entrada y no había salida de emergencia. Se trataba de un antiguo comercio minorista que se alquilaba como piso turístico en Internet.
Por otro lado, la Policía Municipal canceló otra fiesta ilegal, que se celebraba en un restaurante de la calle Covarrubias, en el distrito de Chamberí, donde descubrieron 16 personas escondidas y formularon 32 propuestas de sanción por saltarse el toque de queda y por no mantener la distancia de seguridad, han indicado las mismas fuentes.
Detenidas ocho personas en Huertas
Además la Policía Nacional en la madrugada del sábado desmantelaba también dos fiestas en el distrito Centro de la capital donde han sido detenidas 8 personas y otras 90 personas han recibido propuesta de sanción.
En una de ellas, que se llevaba a cabo en un establecimiento de ocio de la calle Huertas, se han levantado 45 actas por incumplir la normativa en materia higiénico sanitaria, y además se ha sancionado al establecimiento por exceder el aforo permitido.
La otra fiesta desmantelada se desarrollaba en un piso turístico de la calle Cádiz donde se encontraban más de cincuenta jóvenes reunidos.
Los vecinos aseguran estar hartos de estas fiestas ilegales. Piden responsabilidad.