El Ejército ucraniano se prepara para una contraofensiva, mientras mantiene la defensa de la localidad estratégica de Bajmut, rodeada por las tropas rusas. Se salva el lado occidental, la única vía por la que Kiev mantiene el abastecimiento.
La estrategia ucraniana pasa por aguantar todo lo posible en Bajmut, para lo que ha desplazado tropas de otras zonas, y así desgastar a los rusos y ganar tiempo para desatar su contraofensiva.
En el frente, los problemas para las tropas ucranianas se suceden, en especial por las pésimas condiciones meteorológicas. “No podemos usar los vehículos, dice Mijail, paracaidista de la 80 brigada de asalto aéreo, porque hay demasiado barro”.
Las localidades cercanas a Bajmut han sido objeto de incesantes bombardeos con proyectiles de racimo. Los bomberos se ven desbordados.
A esta hora, Ucrania apenas se recupera del ataque masivo con cohetes en diez regiones contra infraestructuras y zonas residenciales.
Jarkóv, la segunda ciudad del país se ha quedado sin agua corriente ni calefacción tras el impacto de 15 misiles. “Quiero apoyar, dice el presidente Zelensky, a nuestras ciudades y comunidades que son objeto de brutales ataques por parte del Estado del mal”.
En medio de los feroces combates, todavía quedan civiles en las zonas más peligrosas del frente, incluido niños. Es el caso de la localidad de Adivka, en el Donestk, donde quedan 30 menores que ya han comenzado a ser evacuados. “Los rusos, dice Genai Yudain, jefe de la policía de la ciudad, solo quieren tierra quemada”.