Aún no está registrada la ley de Amnistía en el Congreso, pero Pedro Sánchez ha preparado el camino minuciosamente para que su tramitación y entrada en vigor no tenga contratiempos que le impidan su objetivo.
La ley, pese a estar redactada en Moncloa, la presenta el PSOE evitando así todos los informes negativos que pueda tener del Consejo de Estado. Además, en la Cámara Baja la presidenta supedita la fecha a los intereses de Sánchez. Incluso la mirada se centra en el Tribunal Constitucional, algo que para los socios de Sánchez -dicen en Sumar- no será problema.
Todo calculado. Sánchez dirige a la socialista Armengol, presidenta del Congreso, que todavía no ha puesto fecha para el pleno de investidura. Ahora Sánchez, con el sí de ERC y a falta de Junts, utiliza al PSOE para pactar la ley de Amnistía, mediante una proposición de Ley, que tendrá que admitir el nuevo Letrado Mayor del Congreso, Fernando Galindo. Lleva 13 años trabajando en cargos del PSOE. En concreto en el gabinete de la ministra Isabel Rodríguez.
Ha sido nombrado con el rechazo del PP. Algo inédito porque siempre el nombramiento del Letrado Mayor de la Cámara Baja había sido consensuado con todos los grupos parlamentarios.
Él será el encargado de aprobar esta proposición ley. Sánchez evita así que se tengan que solicitar informes preceptivos, como el del Consejo General del Poder Judicial, que podrían dilatar la tramitación de una polémica ley que de que de llegar al Tribunal Constitucional, ya está blindada su resolución a favor, por contar con una hipotetica mayoria progresista.