La lluvia de la primavera y la falta de plagas auguran una cosecha "espectacular" para la denominación de origen de los vinos de Madrid. Los viticultores esperan recolectar más de 15 millones de kilos de uva y ahora confían en mejorar las cifras de años anteriores, con sus viñedos sanos y sin demasiada incidencia las temibles plagas como el oídio y el mildiu.
A pesar de ello, el impacto del Covid-19 se ha traducido en una caída del 30 por ciento de las ventas de vino con respecto a 2019, aunque gracias a la venta por Internet y a la creciente apuesta del comercio por el producto local se espera una recuperación en lo que resta de año.
Las bodegas que tenían otros canales de comercialización como las grandes cadenas de alimentación experimentaron una subida importante en las ventas, gracias al aumento del consumo de vino por parte de los madrileños.