Comerciantes y vendedores ambulantes de El Rastro se han concentrado un domingo más en defensa del carácter histórico del mercado y de sus ubicaciones habituales.
La protesta vuelve a celebrarse “en defensa de todo El Rastro histórico, y de instalar el 50 por ciento de los puestos de forma alterna en las ubicaciones habituales".
La última propuesta planteada por el Ayuntamiento consistía en la apertura del mercadillo al 50 por ciento de los puestos autorizados, con un vallado perimetral de forma que se sectorice la circulación de peatones de los puestos y aforo en cuatro zonas autónomas de funcionamiento simultáneo, con módulos de dos metros.
Los comerciantes consideraron que la proposición del Consistorio conllevaba "el desmantelamiento del histórico Rastro de Madrid, suprimiendo grandes zonas del mismo", y que supondría la "desorganización" ya que este modelo lo haría "irreconocible" y no respetaría la ubicación original de los puestos.