La Consejería de Transportes ha impulsado la medida que entra en funcionamiento este lunes como proyecto piloto para que las mujeres y usuarios menores de edad puedan solicitar apearse en seis líneas de autobuses interurbanos nocturnos en una ubicación segura y cercana a su domicilio, dentro de la ruta.
Entra en funcionamiento en líneas que conectan Madrid con Fuenlabrada, Leganés, Parla, Las Rozas y Valdemoro.
En concreto, el proyecto piloto se empezará a implantar el lunes en las siguientes líneas nocturnas: la N401 (Pinto-Valdemoro), la N802 (Leganés, Vereda de los Estudiantes), N803 (Fuenlabrada, Barrio del Naranjo), la N804 (Fuenlabrada), la N806 (Parla) y la línea N903 (Las Rozas-Monte Rozas).
Mujeres y menores podrán solicitar una parada fuera de las que establece el intinerario oficial.
Bastará con comunicar personalmente al conductor del autobús, con una parada de antelación, el lugar donde desean bajarse y situarse en la parte delantera del vehículo, ya que sólo se podrá descender por esa puerta.
Además, para que pueda hacerse la parada a demanda, debe haber una acera con una anchura mínima de 1,5 metros y, en caso de necesitar utilizar la rampa para sillas de ruedas, el conductor indicará si reúne las condiciones necesarias para poder desplegar la rampa o propondrá un punto de desembarque alternativo que sí reúna las condiciones.
En líneas generales, no se harán paradas en lugares que generen situaciones de riesgo
A la hora de parar a petición de un viajero, el criterio del conductor será el que prevalezca. En líneas generales, no se harán paradas en lugares que generen situaciones de riesgo como los que estén situados a menos de cinco metros de una esquina, cruce o bifurcación.
Tampoco podrán apearse los usuarios en pasos de vehículos o de personas, lugares donde se impida la visibilidad, ni en glorietas, medianas, isletas o pasos a nivel y lugares donde esté prohibido reglamentariamente.
El Consorcio valorará, de forma mensual, la evolución de este piloto a partir de informes quincenales por parte de las líneas de autobús y de los ayuntamientos participantes.
“Yo la verdad es que tengo miedo muchas veces y me parece una iniciativa estupenda” reconoce una de las jóvenes y potenciales usuarias.
“Siempre estoy con el teléfono con las amigas para ver como están” apostilla otra.
“Venimos todos de fiesta, alguno ha bebido de más y esa inseguridad siempre está ahí” asegura otra de las jóvenes.