Para evitar que los adolescentes acaben en bandas juveniles, el Ayuntamiento de Madrid cuenta desde el pasado 1 de febrero con un programa de prevención de la violencia urbana.
El objetivo es detectar los puntos calientes, donde las bandas captan a jóvenes, y promover la participación pacífica de los chicos en sus barrios.
Como explica Pepe Aniorte, el delegado de Familias, Igualdad y Bienestar Social del Ayuntamiento, "es un equipo de psicólogos, trabajadores sociales y educadores que salen al encuentro de los jóvenes para a partir de ahí poder generar vínculos y confianza para derivarles a programas de ocio y de empleo".