Marchas organizadas este sábado en cientos de ciudades a lo largo y ancho de Estados Unidos pidieron mayor control a las armas de fuego, después de los tiroteos masivos ocurridos en las últimas semanas en un supermercado de Buffalo (Nueva York) y en una escuela de Uvalde (Texas).
Las concentraciones, organizadas por el grupo juvenil "March for Our Lives" (Marcha por nuestras vidas), se dieron en poblaciones grandes y pequeñas de todo EE.UU., desde Nueva York y Los Ángeles hasta zonas rurales de Iowa y Wisconsin.
La principal fue la de la capital, Washington, que se convocó junto al icónico monumento a George Washington, el obelisco que se alza en el centro de la ciudad a poca distancia de la Casa Blanca y entre el Capitolio y el monumento a Abraham Lincoln.
Aunque los organizadores habían dicho que esperaban decenas de miles de participantes, la concentración de Washington apenas reunió a unos pocos miles, en un día en que el cielo estaba gris en la capital estadounidense e incluso lloviznó.
Con carteles en los que se podían leer consignas como "No tiene que ser así. Pongamos fin a la violencia de las armas" o "Congreso, legisla ya, hazlo por nuestro futuro", los concentrados urgieron a la clase política a tomar medidas que restrinjan el acceso a las armas de fuego, especialmente a las semiautomáticas.
En un mensaje en su cuenta de Twitter, el presidente de EE.UU., Joe Biden, apoyó las marchas y aseguró que una mayoría de estadounidenses quiere medidas legislativas "de sentido común" en relación a las armas.