Algunos vecinos de Colmenar Viejo tienen miedo. En el vecindario, la mayoría está instalando alarmas. Todo, tras el caso de Hortensia, de 97 años.
Okuparon la casa de Hortensia el pasado 23 de mayo con todas sus pertenencias dentro, incluso las cenizas de su marido y un gato. La fiscalía entiende que es allanamiento de morada pero el caso se está convirtiendo en una agonía para la familia, que denuncia un sistema que, dicen, favorece al okupa.
En un juicio exprés, la fiscalía ha considerado que es allanamiento de morada, que es delito y está penado con dos años de prisión. Esto, lejos de ser una victoria judicial, supone un plus de agonía para la familia, pues alarga el proceso. Se sienten desamparados por un sistema que, dicen, favorece al okupa.
Ahora están abocados a gastar dinero en abogados para defender lo que es suyo, algo que consideran surrealista. En el vecindario, se ha disparado la contratación de alarmas.